Qué podemos comer para disfrutar en la mesa sin ganar unos kilos durante el aislamiento

Miércoles 18 de Marzo del 2020

 No renunciar a un postre, pero que sea casero y no procesado Getty

El aislamiento por el coronavirus nos enfrenta a una nueva experiencia gastronómica. Estamos llenando los carros y durante un tiempo vamos a tirar de lo que tengamos en ellos. El reto ahora es disfrutar de esa comida de la forma más saludable posible. El buen tiempo está al caer y nos gustará comprobar que la báscula continúa tal y como la dejamos antes de este episodio que nos trae de cabeza. La clave está en elegir bien los ingredientes para después hacer platos estupendos. Quizá sea el momento de meterse en la cocina y explorar platos nuevos que no nos hagan caer en la monotonía. Podemos incluso sorprendernos de nuestra capacidad creativa.

1. Algunas verduras y hortalizas soportan bien el paso del tiempo

Es el caso de la col, la coliflor, la lombarda, las patatas, las zanahorias y las cebollas. Con ellas, y un poco de imaginación, tendremos acceso a ese club de personas felices que disfrutan comiendo verduras. Es aconsejable dejarlas fuera de la nevera, en un lugar seco. El tomate, sin embargo, debemos comprarlo en cantidades discretas. Igual ocurre con la lechuga y el brócoli. Son muy perecederos.

2. Pasta y arroz

Las pastas y arroces son una excelente opción para tenerlos a mano el tiempo que sea necesario. Constituyen una buena fuente de hidratos de carbono y su aporte calórico va a depender más de las salsas que acompañen al plato.

3. Legumbres

Es el tiempo de recuperar el gusto por las legumbres. ¿Qué tal un paté de garbanzos? No tienes más que preparar una mezcla de una taza de ellos cocidos, un chorrito de aceite, almendra, un diente de ajo, agua y un limón.

4. Latas

Las latas y las conservas ocupan poco, no requieren refrigeración y son siempre un buen recurso. Debemos comprobar el tipo de aceite (mejor de oliva virgen o al natural) y su contenido en sodio u otras grasas. Estamos ante el producto estrella en cualquier avituallamiento. Son microbiológicamente seguras y de larga duración. Destacan las sardinas y anchoas por los beneficios que aporta el pescado azul a la salud. En un periquete conseguiremos aliñar con ellas unas patatas cocidas o cualquier otro plato.

5. No picar

Permanecer en casa implica menos actividad física y también un requerimiento calórico menor. Es mejor evitar el picoteo y distraer la mente con alguna tarea. Si tampoco así puedes resistir la tentación, mejor matar el gusanillo con un puñado de frutos secos sin sal que con una bolsa de fritos o procesados de mala calidad.

6. Infusiones

Conviene hacer acopio de infusiones variadas para esos momentos en los que hay que engañar al hambre. Las hay de muchos tipos, ocupan poco y nunca desaparecen de las estanterías.

7. Descartar los precocinados

Para congelar, descartaremos los precocinados y, en su lugar, optaremos por carnes, verduras, pescado o incluso frutas, que conservan sus propiedades nutricionales.

8. Hazte con algún bote de sofrito

Es muy versátil, poco calórico y tiene innumerables beneficios nutricionales. Su principal valor es el licopeno, un antioxidante cuyo efecto se realza con el calor del cocinado.

9. Fruta que dure como las naranjas

Cesto de naranjas

Cesto de naranjasGetty

En cuanto a la fruta, si pretendemos que dure, es preferible decantarse por naranjas y mandarinas que por otras menos resistentes, como el plátano o las fresas. Con unos gajos y unos cereales o chocolate rayado preparamos un postre delicioso.

10. No es necesario renunciar a un postre exquisito y sano

El chef Toni Rodríguez sugiere, por ejemplo, buñuelos glaseados con frutos del bosque. Los podemos preparar con harina, azúcar, sal, levadura, agua, aceite y una pizca de canela. Son ingredientes que suelen estar siempre en casa. Es solo una muestra de cómo aguzar el ingenio y llenar de alegría la mesa.

Fuente: http://ow.ly/tECp30qqImO