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Renunciar a los preliminares al coito acaba dificultando la excitación y puede distanciar a la pareja

Muchas parejas no dan la importancia requerida a los preliminares del acto sexual 

Hola. Estoy un poco perdido y no tengo muy claro qué puedo hacer. Mi mujer nunca tiene ganas de sexo, siempre evita los momentos de intimidad. Cuando la toco o me acerco para tener sexo siempre me acaba rechazando. Y si lo tenemos, parece que lo haga por mí, para tenerme contento y poderse olvidar de ese peso durante unos días. No sé qué hago mal, he llegado al punto de preguntarle directamente si quiere sexo para evitarme el dolor del rechazo. Pero así tampoco consigo nada. Le pido alguna idea que me pueda ayudar. Se lo agradezco porque ya no sé a quién acudir. Gracias.

Nos han enseñado que, en el terreno sexual, cuando tenemos un encuentro, hay que distinguir entre los preliminares y el acto sexual en sí. Por supuesto esta idea es muy reduccionista, porque apela exclusivamente a parejas heterosexuales. También es coitocéntrica, porque se da a entender que siempre tiene que haber penetración y que eso es el centro de la relación. Todo el juego erótico se etiqueta como preliminares, lo previo al sexo. 

La sexualidad no se imita al coito; el juego erótico puede ser igual de satisfactorio 

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Por suerte, poco a poco esta idea va cambiando y se está fomentando la importancia del erotismo y reduciendo la relevancia de la penetración. 

Provocar la llama

La importancia de priorizar el juego erótico

Desde mi punto de vista, un buen menú sexual necesita de muchos ingredientes. Uno de los más importantes es el aperitivo, entendiéndolo como ese espacio y tiempo que te ayuda a conectar con el momento sexual. El instante de intimidad que nos introduce física y mentalmente en la sexualidad.

Sin embargo, es la parte más olvidada por las parejas. Seguramente, la falta de este aperitivo es lo que acaba provocando que la pareja se distancie a nivel íntimo y las relaciones sexuales se vayan espaciando entre sí. A parte, por supuesto, de otros factores de conflicto, si los hay.

¡Imaginación al poder!

Sólo el bienestar y la conexión lleva al placer de la experiencia sexual

Pero, ¿qué significa este aperitivo exactamente? Lo podríamos definir con muchas cosas distintas. Tiene que ver con la seducción, con construir un espacio de intimidad, la comunicación emocional e, incluso, con la necesidad de disfrutar de nuestros momentos de ocio.

Los preliminares al acto sexual pueden ser un momento divertido

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Cuando en una relación, con el paso de los años, la excesiva confianza deriva en comodidad, ese aperitivo se va reduciendo hasta, en ocasiones, desaparecer. Eso provoca que las relaciones sexuales empiecen en frío, sin que se haya creado previamente un ambiente cálido. Como consecuencia, es más difícil que surja el deseo y la excitación, lo que incide en el placer de la experiencia en general. 

Por tanto, si lo que deseas es disfrutar más con tu pareja intenta antes intimar y conectar. Por supuesto, para conseguirlo el resto de aspectos de la relación tienen que estar bien y sin un conflicto importante. El orden de los factores es: primero bienestar de pareja, después intimidad y conexión y, por último, disfrute y placer.

Una manera de conectar con la pareja puede ser un baile sensual 

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La única manera de generar ese aperitivo es proponértelo y darle la importancia que se merece. No hay una fórmula mágica, ni saldrá de forma espontánea al principio. Pero si se prioriza este aspecto, al final formará parte de la dinámica de la pareja.

Hay mil ideas posibles para llevar a cabo. Se trata de pensar de qué manera puedes generar un ambiente positivo de acercamiento, qué puede favorecer esa intimidad y erotismo, para que aparezca la conexión y todo fluya. Un baño relajante, una cena íntima, un paseo por la playa, un baile en casa, un juego de mesa divertido, una copa de vino relajados, un masaje sensual, etcétera. ¡Imaginación al poder!