¿Existe la felicidad o es un invento publicitario?

Sábado 22 de Junio del 2019

A veces pensar en grande puede ser un obstáculo para ser feliz

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¿Qué es la felicidad? Porque, a día de hoy, todavía no me ha quedado demasiado claro cuál es su verdadero significado. Bueno, el mensaje sí que está claro: disfruta de la vida, vive el momento, no te preocupes tanto, libérate, aprovecha los obstáculos, no te rindas, tú puedes conseguir lo que te propongas...

Pero el contexto no se incluye en el mensaje: trabajar mucho, cobrar poco, los hijos, la familia, la pareja, los amigos, las obligaciones, las responsabilidades, los miedos, los conflictos, la falta de tiempo y podría seguir y seguir y seguir...

Si no eres feliz significa que no te esfuerzas lo suficiente (bueno, ese es el mensaje implícito de la valla publicitaria que te dice: ser feliz está en tu mano, si no lo haces es porque no te esfuerzas lo suficiente, esfuérzate más).

Qué impotencia sentir que no eres feliz por tu culpa, encima, encima de que no eres feliz, te dicen y te repiten que como está en tu mano, si no lo haces, es porque no quieres, como si alguien quisiera ser infeliz a propósito.

Vayamos por partes, ¿qué significa la felicidad?

Si simplificamos las áreas de la vida en profesional, personal y emocional, la felicidad en todo su esplendor sería amar tu trabajo, tener exactamente el tipo de familia y amistades que deseas y sentirte agusto con tu propia personalidad (facilito, ¿no?).

Pero la verdad es que incluso si alguien tiene las tres cosas puede sentirse desdichado por millones de motivos. Así que, lo primero que tienes que tener claro es que la felicidad, la palabra felicidad es un concepto bastante cruel porque es una expectativa tan elevada que llegar se convierte en una quimera. Nos han creado la necesidad de buscar ese tesoro y, como es imposible encontrarlo, inmediatamente, sentimos infelicidad tan solo al escuchar la bendita palabra.

Y, encima, todavía se complica más porque te dicen muy sabiamente: lo tienes todo, un techo, comida, trabajo, hijos, pareja… ¿Qué te pasa que no eres feliz? Has de estar agradecido.

Ostia sí, ¿qué me pasa que no soy plenamente feliz? Pues nada, no te pasa nada raro, simplemente nadie te ha enseñado a ser feliz en este mundo tan complicado.

No, no es para desanimarte, es para que dejes de perseguir un invento publicitario, y te centres en lo que sí puedes conseguir, los momentos felices.

¿Y qué son los momentos felices? Pues depende de la situación y depende de la persona; una cena con amigos, un cumpleaños, un paseo por el campo, un día en familia, sofá y Netflix, ir a la playa, una tarde de juegos con tus hijos e hijas, una comida familiar, salir a bailar…

La microfelicidad son todos aquellos instantes plenos y divertidos que luego recuerdas y sonríes, porque eso sí podemos conseguirlo y porque eso sí es factible. Quizás no suene tan maravillosamente bien como la palabra felicidad, pero es mucho más realista.

Pincha aquí para ver la curva de la felicidad de Sara Sálamo.

Pero, qué sería de un artículo de psicología sin un poco de trabajo personal:

Estamos de acuerdo en que perseguir la utópica felicidad es un trabajo imposible, así que seamos un poco más prácticos y menos idealistas.

Yo no puedo decirte donde encontrar los momentos felices (eso solo lo sabes tú), lo que sí puedo decirte es qué pensamientos, situaciones o acciones harán que sientas todo lo contrario, infelicidad pura y dura:

Si necesitas muchas cosas, ya sean materiales o emocionales, estás condenado a sufrir porque nunca serán suficientes.

Si intentas controlarlo todo a tu alrededor estás condenado a sufrir porque menos lo que tú haces, piensas o dices, lo demás no está en tu mano.

Si vives por el qué dirán estás condenado a sufrir porque las personas siempre hablarán de ti de la misma forma que tú hablas de ellas.

Si te menosprecias o te infravaloras continuamente estás condenado a sufrir porque tú mismo eres el enemigo.

Si te culpas cada día de tus errores estás condenado a sufrir porque vives en el pasado.

Cuando sufres más de la cuenta, da igual por el motivo que sea, ni siquiera los momentos felices son suficientes para hacerte sentir bien, por lo que a veces es mucho más efectivo trabajar en no ser infeliz que trabajar en serlo.

Ya sé que no te estoy diciendo nada del otro mundo, es una verdad tan evidente que, cuando la lees, piensas, pues sí. Entonces, si es tan evidente, si sabes perfectamente los miedos que te hacen infeliz, no dejes que caigan en saco roto y haz algo con ello.

No siempre pensar en grande es tan fantástico, nos lleva a crear un concepto de felicidad demasiado abstracto, demasiado irreal, demasiado perfecto y, en consecuencia, no tenemos ni idea de cómo alcanzarlo.

Pensemos en pequeño y en concreto y aparecerán ante nuestros ojos miles de instantes casi insignificantes que, en realidad, lo son todo. Ahí está el verdadero secreto de la felicidad, ser consciente de que tus mejores momentos están dentro de tu vida diaria.

Fuente: http://ow.ly/FGfv30oZ7qP